Relatoria: Distensivo Mòniques #3

20/02/2025

Miércoles 5 de febrero

Iniciamos la jornada con una sesión de yoga a cargo de Carla. Estiramos, respiramos, nos conectamos, nos acariciamos: check-in desde el cuerpo. A continuación, hacemos una ronda de animalidad: cada uno tiene que hacer un ruido de animal, la escena es bastante divertida y, cuando acabamos, estamos más distendidos, con los cuerpos despiertos y las risas compartidas aún resonando en el aire. 

Seguimos con una sesión de "Cometes", una propuesta del gremio de Edición: Cada gremio lleva citas impresas que tienen que ver con sus búsquedas actuales y se van leyendo y pegando a modo de constelación. Este proceso se alarga, se ramifica y genera sinergias y sinestesias en torno a las inquietudes comunes, tejiendo conexiones que enriquecen el diálogo colectivo. Hablamos sobre espacios, internet, redes, tecnología, relaciones, gremialidad, arquitectura, violencia, poder, pan, digestión, rituales y materialidad, entre otros.

Después de este intercambio de ideas, llega un momento de comer y, a continuación, un momento de pausa donde se aprovecha para visionar un documental. Algunas se dejan caer en los colchones para hacer una siesta corta, mientras otras hojean los nuevos libros Fiu. La jornada concluye con la puesta en común del buzón de anonimato y el taller de monikitas, unos simpáticos títeres, a cargo de Violeta.

Jueves 6 de febrero

Empezamos el día con un rato de conexión corporal guiada por la Tat: tumbamos, respiramos y nos escuchamos para llegar presentes. A continuación, Laura y Vero conducen el grupo de lectura. Las voces se alternan en una lectura en voz alta que invita tanto a la escucha atenta como a la reflexión compartida.

Se habla también sobre el vídeo visionado el día anterior y las cuestiones y dudas que despertó: sobre la forma de entrar y estar en un centro de arte, sobre qué significa ser público, sobre subjetivación, participación ciudadana y agenciamiento. Las Mónicas reflexionan sobre qué significa ser Mónicas y cómo están en el centro.

Con los cuerpos más despiertos y las ideas en movimiento, cerramos la jornada con la inercia de lo compartido todavía presente.