Sense esquerda no hi ha punt de llum

Exposición

09 - 25.10.2025 | Exposición

Artistas:

Sofía Archer, Lu Chieregati, Efe Ce Ele, Lucía Egaña Rojas, Sergio Fausttini, João Fiadeiro, Núria Güell, Jokkoo Collective, Bruna Kury, Márcia Lança, Las Mediocre, Xavier Manubens, Manicure, Merci Xula, Jorge Nieto, Calixto Neto, Norma Pérez, Daniel Pizamiglio, Puzzlemania, Mar Reykjavik, Victor Ruiz Colomer, Serrucho, Leticia Skrycky, Tres Peons y Mónica Valenciano

Mesa curatorial:
Tomas Aragay, Sofía Asencio, Carolina Campos y Sara Manubens.

Entrada libre

Inauguración:
9 de octubre de 2025, a las 19 h. Performance inaugural de Jokkoo 19:30 h.

Apertura de las instalaciones:
10 de octubre de 2025, a las 18 h.

Texto curatorial
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El ladrillo cultural impone una mirada única para un espectador único. Este punto de vista obligatorio es violentamente culto. El acontecimiento no puede ocurrir en estas circunstancias. Esta exposición suaviza los márgenes, desdibuja las líneas divisorias, genera un lugar donde van pasando cosas. Hay un estudio de artistas en la planta de arriba, una sala de exposiciones en la planta del medio y un espacio vacío en la planta de abajo. La planta de abajo parece una sala polivalente, versátil, adaptable a cualquier ficción o suceso, una sala desalmadamente sexy, hospitalaria, retráctil y lista para ser usada. 

Normalmente, hay un teatro muy grande en el centro de la ciudad. Es un teatro para las bellas artes y solo las obras de máxima calidad y rigor se exhiben allí. Y, también normalmente, hay otros teatros más pequeños, aledaños y periféricos, adecuados para las bajas pasiones. Son malas copias del primero y también sus artistas, que son mediocres y vulgares. Usan postizos y micrófonos, no saben lo que hacen. 

Si los niveles de atención son múltiples, los cuerpos también deben serlo. Hay una persona mirando fijamente un punto de luz sobre la pared, que se mueve de forma casi imperceptible. A su lado, otra persona mira hacia arriba porque hay una grieta en el techo. “Sin la grieta no habría punto de luz”, comentan. En ese momento suenan unas trompetas, parece que el sonido llega por detrás. Al darse la vuelta, descubren que su pelo ha crecido tomando la forma de animales y, ahora, una nube amenaza con romper aguas encima de ellos. No se lo dicen, pero quieren volver.

Una trama inesperada y un tanto deslocalizada, un desvío político, un imprevisto. Una trama a diferentes escalas, grandilocuentes y minúsculas. Personas que producen las tramas, que las montan y las desmontan, que las anuncian. Y también, la posibilidad de entrar en las tramas, alentarlas, sacudirlas y luego contarlas. Manosear lo que va ocurriendo. Y, con todo, aparece la imposibilidad de relatar lo que pasó.

El acontecimiento es gaseoso, no se puede agarrar. El acontecimiento es flexible y subjetivo, es laxante, depurativo, miraculoso. Aparece por sorpresa, delante de ti, cuando menos te lo esperas. Es prácticamente atmosférico: depende de los grados de humedad en un ambiente. Y en Barcelona hay mucha humedad. Una ciudad higiénicamente remojada de acontecimientos. 

¿En qué condiciones aparece un acontecimiento? ¿Hay intimidad en el acontecimiento? ¿A cuánta distancia de lo que ocurre está mi cuerpo? ¿El acontecimiento somos nosotras? 

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